lunes, 26 de enero de 2009

Bolivia ¡aprobó! la nueva Constitución

MEDIOS CAPITALISTAS AFIRMAN MUY A SU PESAR
Sondeos a boca de urna muestran que un 60% de los bolivianos dijo "Sí" a la Carta Magna promovida por Morales.
Los bolivianos aprobaron el domingo la nueva Constitución impulsada por el presidente Evo Morales, según sondeos a boca de urna que además reflejan un fuerte rechazo al documento en las regiones gobernadas por la oposición autonomista.
Según proyecciones difundidas por canales de televisión, alrededor del 60% de la población dijo "Sí" a la Carta Magna, mientras que un 40% se pronunció por el "No".
Sin embargo, otros datos también extraoficiales reflejan un margen más estrecho entre las dos opciones.
En el nivel departamental, el rechazo al proyecto constitucional habría sido mayoritario en las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, las mismas que el año pasado aprobaron estatutos autonómicos de forma unilateral.
Mientras que el gobierno habría obtenido ganancias en La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, departamentos en los que Morales tiene su base electoral.
En Chuquisaca -en cuya capital, Sucre, sesionó la Asamblea Constituyente- la batalla entre el "Sí" y el "No" fue reñida. La prefecta opositora Savina Cuellar anunció su "desacato" a la Constitución en caso de un triunfo gubernamental.
La Corte Nacional Electoral dará a conocer los resultados oficiales en una semana.
Reacciones
No bien se conocieron los resultados a boca de urna, el presidente Morales celebró la ratificación de los cambios radicales que ha encarado su gobierno de centro-izquierda.
Ante miles de simpatizantes reunidos en La Paz, Morales dijo: "Hoy se refunda una nueva Bolivia con igualdad de oportunidades para todos".
"El sector más humillado y marginado ahora es reconocido", añadió, en referencia a los campesinos y los indígenas que su gobierno ha intentado reivindicar, dándoles más protagonismo en la política y la economía.
El mandatario instó a los bolivianos a unirse para aplicar la nueva Constitución y convocó a los prefectos de todo el país a crear un consejo de autonomía.
Por su parte, la oposición del departamento de Santa Cruz también festejó lo que consideró un triunfo del "No".
Su prefecto, Rubén Costas, advirtió que no permitirá que la aprobación de la Carta Magna de línea indigenista y socialista sea utilizada por el gobierno para impulsar un proyecto "totalitario".
Costas pidió un "gran pacto nacional" que revise la Constitución, porque -según dijo- el "mandato del pueblo (cruceño) no puede ser negado por la soberbia" del gobierno.
¿Más división?
Analistas dijeron a BBC Mundo que los resultados -no confirmados- del referendo ratifican la polarización que hay en Bolivia entre los departamentos orientales gobernados por autonomistas y los occidentales leales a Morales.
Asimismo, confirman la división existente entre las zonas urbanas y rurales dentro de las regiones del Este.
Los observadores añadieron que, si bien la fractura de Bolivia parece mantenerse, la victoria del "Sí" podría acentuar la tensión entre Morales y la oposición.
Es que la aplicación de la Constitución requiere la aprobación de más de un centenar de leyes en el Congreso, en cuya cámara alta el oficialismo es minoría.
El gobierno ha amenazado con implementar la Carta Magna por decreto si la oposición bloquea su reglamentación en la Legislatura, y sus detractores han replicado que no lo permitirán.
"El resultado del referendo podría conducir a más enfrentamientos legales, pero también ilegales", comentó a BBC Mundo el analista político Mario Galindo, del Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios, quien no descartó nuevos episodios de violencia.
Tierra
En el referendo también se preguntó a la población -en el marco de la reforma agraria propuesta en la Constitución- cuál debería ser la superficie máxima de tierras que puede acumular un ciudadano, ya que el excedente estará sujeto a la expropiación.
Según las proyecciones extraoficiales, el 70% se inclinó por fijar un límite de 5.000 hectáreas, mientras que el 25% prefirió un tope de 10.000 hectáreas (el resto de los votos fueron en blanco o nulos).
Más de 3,8 millones de bolivianos votaron en el primer referendo constitucional de la historia del país. Para ser avalada, la Carta Magna debía obtener la mitad más uno de los sufragios.
La jornada transcurrió en calma, a pesar de que hubo denuncias no confirmadas de fraude por parte de la oposición.
La votación fue seguida por centenares de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Países Sudamericanos (Unasur), la Unión Europea y el Centro Carter, en medio de un importante operativo de seguridad.
Reformas
La nueva Constitución, aprobada en diciembre de 2007 sin presencia de la oposición, reemplazaría a la que está vigente desde 1967.
Entre sus 411 artículos se destacan los siguientes puntos: permite la reelección presidencial por un período, da más poder a la mayoría indígena, define una serie de autonomías étnicas y regionales, consagra la nacionalización de los recursos naturales y promueve la reforma agraria.
Los departamentos opositores rechazan la Carta Magna porque dicen que sienta las bases para que Morales se perpetúe en el poder, da al Estado demasiada injerencia en la economía y no les concede el grado de autonomía que reclaman.
Además afirman que la Constitución es divisionista y discrimina a los blancos y mestizos en favor de los indígenas.

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